El pasado día 27 de mayo, aparecía en el periódico del régimen (EL PAÍS), un escrito escalofriante e ilustrativo de la evolución de las cuentas públicas. Debido a la importancia del mismo, transcribo literalmente su contenido a fin de que el máximo de ciudadanos sepan como y de que manera evoluciona la acción de gastar el dinero de todos.
EL DATO es ilustrativo de la evolución de las cuentas públicas: el déficit del Estado en los cuatro primeros meses de 2.009 alcanzó los 6.500 millones de euros frente al superávit de 9.100 millones en el mismo periodo del año pasado. La explicación es muy simple: la recaudación neta del Estado ha caído un 12% en estos primeros meses de este ejercicio. En concreto, los ingresos por recaudación de impuestos indirectos ha bajado el 27%, lo que pone de relieve la brutal caída del consumo, aunque también descienden los ingresos por IRPF y por el Impuesto de Sociedades. Teniendo en cuenta los compromisos de gasto adquiridos por el Gobierno, no seria extraño cerrar 2.009 con un déficit cercano al 10% del PIB si la recaudación no se anima en el segundo trimestre. Hemos pasado en un año de una cómoda situación financiera del estado a un déficit sin precedentes, a todas luces insostenible porque su financiación, junto a los planes aprobados por Zapatero, supone un aumento diario de la deuda de 700 millones de euros, una cifra que da escalofríos.
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