jueves, 8 de mayo de 2008

¿A QUE VIENE TANTO RUIDO?


Parto del principio de que respeto a todo el mundo, por tanto, pido disculpas si con mi escrito molesto a alguien. Pero, por encima del respeto, la tolerancia y las aficiones, debe de estar el sentido común.

Me tuve que pellizcar ayer varias veces para comprobar que efectivamente estaba vivo y que cuanto oía y sentía era una realidad, si , eran cohetes, muchos cohetes lo que detonaba en el aire. De inmediato pensé que nuevamente los socialistas habían ganado algún nuevo evento, acostumbrados como nos tienen ya a celebrar con ruido toda actividad que provenga de ellos. Claro, pagando otros, por que si la tuvieran que pagar ellos, otro gallo cantaría. Pero no, me di cuenta de inmediato, que se trataba de festejar el triunfo del Madrid sobre el Barcelona, y aprobechando la movida y el momento dulce, los socios y simpatizantes madridístas celebraban el reciente titulo de liga conquistado.

Para los que dormíamos ajenos a tal algarabía, recordamos de inmediato cuan diferente es tirar pólvora para festejar un hecho, y que distinto esconderse para que otro modelo de cohete, también con pólvora, no te mate. Así sucede a diario en muchas partes del mundo, Irak, Palestina, Afganistan, Líbano, y tantos otros. Unos celebran una victoria, con pólvora, otros, intentan sugyugar las conciencias con ayuda de la pólvora. ¿Vaya dilema?

Mentiría si dijera que no me gusta el fútbol, y hasta que me siento más del Real Madrid que de otro equipo, pero tanta algarabía ni la comprendo ni la comparto, creo que un momento de disfrute se puede dar con nobleza y hasta con civismo, pero abusar con escandalo, raya en lo esperpentico.

Se ve que no encuentra este pueblo nuestro momentos mas idóneos e interesantes para festejar y canalizar estas explosiones de júbilo. Quizás son ya muchos los años transcurridos donde nada digno de mencionar ni de inaugurar se produce en nuestro pueblo y deban ser pues, actos como los de ayer, los que enfervoricen a las masas. Triste realidad la nuestra.

Ahondando en este proceder de algunos ciudadanos, he de manifestar, que ansio y deseo que algún día agotemos todo el almacén de cohetes que utilizamos en cada uno de los eventos, pero que sea debido a méritos propios, como por ejemplo, haber sido capaces de poner orden en el desorden existente, eliminado el tremendo paro existente, conseguido mayores cuotas de cultura, disfrutemos de un urbanismo callejero, rico y para todos, mejorado la convivencia, que nuestros impuestos estén al mismo nivel de los servicios que se prestan, que vuelva la alegría a nuestro entorno, etc, etc etc.

Mientras esto no ocurra, cada cohete lleva un misil de desilusión para mucha gente de nuestro pueblo. Los pueblos cultos utilizan la pólvora festiva para conmemorar y celebrar grandes gestas, la del Madrid, se debe de dar siempre por hecho, ya que el presupuesto que dispone anualmente así lo demanda. Por tanto, tanto ruido puede ser hasta arrogante. Pero bueno, que cada cual se divierta como quiera, pero por favor con humildad.

Aquí queda mi opinión después de una noche tan ruidosa, que se acercaba mas a Irak, que a producir y a trabajar.
Pan y circo, decían los romanos. Que cada cual elija, yo de momento, prefiero el progreso al ruido.



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