lunes, 4 de mayo de 2009

¿QUEDAN PROFESIONALES DE LA SANIDAD?


Si quienes con cada golpe que recibe un ser indefenso, los ciudadanos honrados no se sienten indignados, mal vamos. El día de la Cruz, en pleno jolgorio del mediodía, los cimientos de la solidaridad, el compañerismo y el humanismo se tambalearon en nuestra población. Hacía mucho calor, nos acercábamos a la una de la tarde, y un cuerpo enfermo se dejaba caer a unos 30 metros del Centro de Salud de Iznalloz. Durante un buen rato, nadie pateo la calle. Entre retorcijones de dolor, una mujer joven, inglesa, pero residente en Iznalloz, se retorcía descompuesta buscando con la mirada una mano solidaria que la acercara al médico. Casualidad, se abrió una puerta y otra mujer descubrió con espanto que aquel ser humano que recostado sobre el banco sudaba enormemente buscaba ayuda. Dado el estado de la enferma, y estando tan cerca el Centro de Salud, esta optó por llamar a los médicos para que la atendiera. Sorpresa. Ahora resulta que los médicos no pueden abandonar las urgencias. Espanto, al enfermo había que llevarlo arrastrando hasta la consulta. Horror, no se podía atender, era extranjera.
A esta primera persona se unió otra, ya que las voces de la primera criticando a los médicos y enfermeras atrajeron su curiosidad, y cual fue su sorpresa que tendida sobre su puerta se encontraba la enferma culpable del alboroto. Esta segunda persona se unió a las criticas de la primera para ver de motivar al cuerpo de sanitarios que impasibles se negaban atender a la enferma. Quizo la providencia que en ese momento apareciera un coche y un ser caritativo, era un hombre que asombrado vio como unos profesionales de la medicina se negaban a socorrer a una enferma. La subió en el coche y la depositó en las puertas del centro. Exigió que la atendieran y pidió por caridad que tuvieran sentimientos. Un enfermo no se debe abandonar a su suerte chillaba a voz en cuello. Primero hay que atenderlo y después ya veremos haber lo que pasa. Si tiene seguro, o no, si tiene que pagar, o no, pero de momento, lo que había que hacer era atenderlo. Y la atendieron, valla si la atendieron, quizás por vergüenza, pero se atendió.
Era Domingo y no había consulta médica, urgencias, si. Era festivo en Iznalloz, se celebraba el día de la Cruz, el pueblo se divertía y aquellos que cobran de nuestros impuestos se negaron a cuidar sus enfermos. ¿Que buen ejemplo dieron nuestros sanitarios?. ¿Que hubiera pasado si esta persona hubiera fallecido a 30 metros del Centro de Salud por no querer atenderla quienes están para eso?.
Una vez mas la presión de la gente honrada hizo moverse el Estado del Bienestar que con tanta parafernalia predican algunos. No fue la obligación, sino la presión quien motivo que se hiciera justicia. Gracias a esos ciudadanos no anónimos, sino con nombres y apellidos que estuvieron allí, en ese lugar y a esa hora para hacer que quien mas lo necesitaba tuviera socorro.
A los profesionales que así se comportaron, solo un consejo, no digan nunca que aman su profesión, digan simplemente, me engañaran en el sueldo, pero en el trabajo no.
De pena.


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