jueves, 11 de octubre de 2007

ACATUCCITANOS EN ARGENTINA


Hombres y mujeres de Iznalloz
en Argentina, año 1.955
Casi mediado el siglo XX, allá por los años del 1.945 en adelante, muy pocos años despues de terminada la guerra civil española, muchos acatuccitanos decidieron poner tierra de por medio. Los motivos no siempre furon los económicos, ni el hambre, que tambien. Cada familia vivia su propio drama y Europa entera ardía por los cuatro costados, el porvenir de millones de seres era incierto y hubo que tomar desiciones.
La decisión de emigrar America fue un drama en todas las familias. Se concebía la gesta como ir a la fin del mundo y anidaba la intuición entre familiares y amigos de que se marchaban para siempre.
En aquellos años, donde las cosas no habian evolucionado tanto, hubo quienes pensaron que ya no volverian haber mas a sus seres queridos, en algunos casos, fué verdad, jamás volvieron y por tanto, no se pudieron ver. La decisión última de marchar la adoptaron ellos, querian un porvenir mas tranquilo y esperanzador para sus hijos; habian concebido la idea de ofrecerles un mundo de paz y prosperidad lejos de la inestabilidad de Europa. América se abria virgen y poderosa, las leyendas de enormes campos listos para ser trabajados y miles de profesiones necesitadas de mano de obra hizo que nada se opusiera a la decisión adoptada.
Pasaron los años y algunos volvieron 20 años después. Todo había cambiado, para ellos y para los que quedaron. Pero el reencuentro tenía alma y un sin fin de emociones salieron del corazón. Viven y vivimos, y ahora era más fácil el encuentro. Todos, absolutamente todos, lucharon y buscaron un espacio en aquella sociedad que los acogió, se adaptaron y vivieron siempre pensando en los que dejaron, y en su rincón de España, cada cual con su suerte se labró un espacio, no ha todos le fue igual, pero el esfuerzo y la suerte de algunos, ha hecho que hoy existan acatuccitanos por el mundo que tienen un espacio de credibilidad, honradez é influencia.
La colonia mas importante de Iznalloceros en el extranjero se ubico en Argentina. Hoy, entre hijos, nietos, y biznietos pueden superarse la cifra de 200 personas en aquellas tierras. No cabe duda que esa cantidad de personas es suficiente como para pensar que en ese rincón del mundo se siente y se piensa en acatuccitano.
En 1.998, siendo alcalde de Iznalloz quien esto escribe y habiendo sido inmigrante también durante un tercio de vida (36 años) y tras contactar con personas de allá la corporación que presidía por unanimidad aprobó viajar a las ciudades de San Juan y Méndoza, con el objetivo de crear lazos mucho mas directos que revirtieran en el conocimiento recíproco de nuestra existencia. A tal fin, se desplazó una comisión encabezada por el Alcalde, haciéndoles entrega en nombre de todos los acatuccitanos de los fondos aprobados para la creación de un rincón acatuccitano así como diversos objetos de valor sentimental, la bandera , escudo y literatura de Iznalloz.
Cincuenta años después de la diáspora, las Institución y autoridades de Iznalloz cruzaron el charco y vieron y compartieron con sus hijos del otro lado del mar Atlántico el desarrollo y el modelo de vida al que estaban acoplados. Fue histórico a pesar de algunos. Nadie podrá borrar de la mente de quienes fuimos las lágrimas de emoción y el inmenso cariño que demostraron a todo cuanto sonaba a Iznalloz. Valió la pena y el camino está abierto. Allí saben quienes somos cada cual, y desde entonces miran con lupa nuestro comportamiento.
Aquí queda constancia de esta gesta que honra a quienes propiciaron que fuera posible. A partir de entonces, ellos y nosotros vivimos mas cerca en el corazón y estas fotografías que aparecen nos recuerdan la grandeza de los hijos de Iznalloz esparcidos por el mundo, que sienten y aman pensando en su pueblo y su Sierra. Doy fe de ello.

No hay comentarios: